A veces, cuando hablamos de innovación o transformación digital, parece que estamos hablando de algo lejano, abstracto o reservado a unos pocos. Pero en realidad, la tecnología ya está transformando (y mejorando) nuestro día a día.
La clave está en cómo la utilizamos.
Para mí, hackear el futuro significa justo eso: usar la tecnología para simplificar, conectar y empoderar a las personas.
Os pongo ejemplos;
- Cuando un ayuntamiento digitaliza sus trámites y un ciudadano puede resolver una gestión desde su móvil en lugar de hacer colas.
- Cuando una empresa usa los datos de las personas para analizar patrones de movilidad y mejorar servicios urbanos, optimizar recursos o reducir el impacto ambiental, como conseguimos hacer hace poco con #SmartSteps.
- Cuando una persona puede acceder a formación online y encontrar nuevas oportunidades laborales, sin importar dónde viva.
Estos son pequeños “hacks” al sistema que, sumados, construyen un futuro más accesible y más humano.
Mi objetivo siempre ha sido el mismo: acercar la tecnología a las personas, no alejarlas de ella.
Porque la digitalización solo tiene sentido si ayuda a reducir brechas, optimizar recursos y mejorar la vida de todos.
En definitiva, hackear el futuro no es cosa de unos pocos. Es una actitud: la de quienes creen que la tecnología puede y debe estar al servicio de la sociedad.
Porque el futuro no se espera.
👉 Se diseña, se impulsa… y se hackea.
-José Manuel Plaza